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La Lectura 

en América

Latina

Según el portal Iberoamericano de Gestión y Cultura, las condiciones económicas, sociales y la falta de interés de los gobiernos de los países latinoamericanos han sido los causantes de la difícil situación que enfrenta el sector del libro en la región. 

El año 2000 comenzó con un boom de la lectura en los países de América Latina. Se puede encontrar un gran inventario de los programas y experiencias de fomento de la lectura en la región, tanto desde el Estado, las organizaciones no gubernamentales, el sector privado, las universidades, las bibliotecas, las escuelas, las fundaciones y otras agrupaciones de la sociedad civil.

 

Uno de los indicadores de este movimiento lector es el surgimiento, en varios países de la región de algunos planes nacionales de lectura. En la siguiente línea de tiempo se indica los países que fueron pioneros en este ámbito. Hasta la fecha, Bolivia es el único de Latinoamerica que no tiene un plan de lectura.

Primer país con

Plan de Lectura

Luego de la dictadura militar, a inicios del año 1986 surge formalmente El Plan Nacional de Lectura denominado "Leer es crecer", con el apoyo de la UNESCO.

Según el análisis comparado de planes nacionales de lectura en Iberoamérica del 2005, esta reciente preocupación por fomentar la lectura ha empezado como una reacción a los resultados inquietantes que se mostraron en los informes, evaluaciones y encuentras de hábitos de lectura del CERLALC, que muchas veces llegan a ser distorsionados por la difusión que se produce desde los medios de comunicación.

Las estadísticas que arrojan estos estudios corroboraron que en Argentina, Brasil y Chile, que son los países con índice más alto a nivel de Latinoamérica, leen muy poco en comparación a los de Occidente. De acuerdo con El libro en cifras del CERLALC, en promedio, el índice de lectura de libros de la población de los países estudiados se encuentra en alrededor de 41%, con una medición de frecuencia de entre al menos una vez al mes hasta una vez al año.

En la infografía (lado derecho) se observa cuál es el promedio de libros leídos por habitantes al año y se ve que Chile encabeza la lista con 5.4 libros al año. En el caso de Ecuador, no se encontró una cifra exacta. Según medios de comunicación ecuatorianos, hay un informe del CERLALC donde se dice que en el Ecuador se lee medio libro por año. Durante los meses de esta investigación no se ha encontrado algún documento que respalde esta cifra y en la entrevista con el director del Plan Nacional de Lectura, Edgar Allan García, él aseguró que este informe no existe.

Chile y Argetina

son los países

​donde más se lee

Si se compara solo entre Chile, Brasil y Argentina, es sorprendente descubrir que el país donde más se lee, es el que tiene los libros más caros. Esto se debe a que Chile es el país con el impuesto más alto al libro (19%) en toda América Latina. Mientras que por su lado, Brasil y Argentina cuentan con inmunidad tributaria.

Pero, si se compara entre Chile y Ecuador, los precios de los libros resultan casi los mismos. En Ecuador, no existen impuestos a la importación de libros, pero los costos de la misma son muy altos. Mónica Varea, dueña de la librería Rayuela que lleva funcionando 10 años, comentó sobre el proceso que ella realiza al momento de importar libros

El incremento de los precios de los libros radica en el alto costo del proceso de importación. La manera más rápida es por vía aérea pero, así mismo, también es la más costosa. Para desaduanizar, los importadores generalmente contratan los servicios de un agente aduanero, quien cobra $200 aproximadamente, puesto que ellos cuentan con el conocimiento para efectuar el trámite “rápidamente”, pues si la mercadería permanece en aduanas por más de tres días, se debe pagar $30 más IVA diarios de bodegaje. Por lo general, el trámite termina costando $500 más de lo previsto, y eso sin mencionar el 0.5% que pagan para el Fondo de Desarrollo para la Infancia (FODINFA) sobre el valor CIF (Cost, Insurance and Freight - Costo, Seguro y Flete) declarado y el costo del transporte desde el aeropuerto a la librería.

Por todas estas razones, Varea explica que al final deben sumarle mínimo un 10%, y en el peor de los casos un 40% al precio que ellos pagan en un inicio por los libros, para poder obtener un beneficio ínfimo. Eso demuestra, por que a pesar de no cobrar el 12% de impuesto, los libros en Ecuador llegan a costar tanto.

Todos los

precios fueron convertidos de

su moneda

propia

a dólar.

Enfocándose ahora en las maneras que las personas de estos países acceden a libros, la más común es la compra de aquellos. En primer lugar, tenemos a Argentina con el 56% de la población lectora, luego los brasileños con 48% y Chile con un 35%. Por este motivo, las ferias del libro son vitales en estos países. 

El desarrollo de estas ferias ha permitido que los lectores encuentren textos de calidad a un precio más accesible, para de esta manera fortalecer la idea de que comprar un libro no es un gasto sino una inversión.

Por esta razón, el fenómeno de las ferias del libro ha tomado fuerza durante los últimos años, ya que incentiva el surgimiento de nuevos lectores y a su vez, la circulación de productos bibliográficos. Esto no sólo fomenta la lectura, sino que también es una manera de apoyar a los escritores de cada país. 

Y así se llega a otro tema muy discutible, los costos de los libros. A continuación, hay un cuadro donde se hace una comparación de 3 tipos de libros en los países con índices de lectura más altos y Ecuador, para saber cuánto cuesta acceder a uno de ellos.

Declaración - Edgar Allan García
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Hay muchos negocios lucrativos de por medio, que a la larga encarecen el libro.

Mónica Varea

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